lunes, 10 de julio de 2023

EL TRACTOR Y EL CAZA DE GUERRA

LA FOTO: JIM MEADS, MICK SUTTERBY y GEORGE AIRD

Seguro que conoces esa foto en blanco y negro de un tractor, un Fordson, en un primer plano, y, en un segundo plano, un avión de caza, cayendo en picado…

La foto tomada en 1962 es completamente real; en concreto se realizó un 13 de septiembre, en la ciudad de Hatfield (Inglaterra) Entonces las fotos “falsas” eran bastante menos comunes que ahora. Y por cierto, la ciudad de Hatfield es famosa en el mundo aeronáutico porque ahí se encontraban las instalaciones fabriles de De Havilland que fabricó el primer avión comercial con propulsión a chorro.

La casualidad hizo el resto. El resultado una fotografía icónica que incluso estuvo confiscada por el Ministerio de Aviación inglés, aunque un tiempo más tarde se devolvió al fotógrafo.

Cuando se libera la foto, el fotógrafo quiere vender los derechos a algún periódico que incluso no la aceptaron porque pensaban que era falsa… tras varios intentos la compra el Daily Mirror por 1000 libras (un valor considerable para la época)

Los protagonistas: El fotógrafo (Jim Meads) era vecino de uno de los pilotos de prueba del avión y sabía que ese día se iban a hacer varios vuelos y quiso acercarse. El fotógrafo “urbanita” inicia la andadura por el campo sin segar, pisando la hierba. Un tractorista que en ese momento está segando su campo, y que solo tiene 15 años (Mick Sutterby) acude con el flamante Fordson que habitualmente manejaba su padre, a pedir al fotógrafo que salga de ahí.

Cuando está llegando a la altura del fotógrafo, un cambio en el sonido que le llega desde el avión, a la par que ve al fotógrafo hacer aspavientos y coger su cámara fotográfica, hace que el tractorista se gire.

El avión estaba volando a muy baja altura. En ese momento el avión tiene un problema en uno de sus motores e incluso con fuego; el piloto (George Airdpretende aterrizar y llega a sacar el tren de aterrizaje. Ya estarde, el avión cae en picado, el caza está sentenciado. Para salvar la vida, solo hay un camino. El piloto consigue eyectarse de la cabina con su asiento preparado para ello. En el momento de la fotografía aún no se ha desplegado el paracaídas.

Lugar donde cayó el caza, y el agujero provocado
por el piloto en el techo de vidrio del invernadero

La oportuna cámara fotográfica hizo el resto. Incluso, la historia, termina bien. El piloto aterrizó en el techo de los invernaderos de tomates, en concreto entre dos filas de tomateras sin causar grandes daños (en la foto se ve el agujero provocado por el piloto en el techo de vidrio) Si es cierto, que se rompe las dos piernas, pero su vida no corrió peligro. El fotógrafo se libró de la reprimenda del tractorista por pisarle la hierba y el avión cayó sobre el campo evitando que algun otro invernadero sufriera graves daños.

EL TRACTOR

Un Fordson Major que en ese momento se encontraba segando algo de forraje. Un tractor superpopular en la época, envidia de todos.

Fordson fue marca tanto de tractores como de camiones. Marca propiedad de Henry Ford & Son Inc y fabricados por la Ford Motor Company (EEUU) y por la Ford Motor Company Ltd (UK)

La marca empezó a utilizarse en 1918 y se mantuvo hasta mediados la década de 1960.

El “Fordson inglés” aparece tras la contienda mundial. El modelo E27N se le conoce más como Fordson Major. Fueron años complicados en la relación con “otro grande”, Harry Ferguson, y que había patentado su afamado sistema de control de aperos.

Cuando Ferguson inicia la fabricación independiente del TE-20, un tractor que superaba en mucho al Major inicial, se tuvo que rediseñar el Fordson para dar lugar al E1A y que daría lugar a los New Major, Power Major y Super Major.

EL AVIÓN

Se trata de un English Electric Lightning F1, un avión que se desarrolló hacia 1960 para la fuerza aérea británica. Se trataba de un caza supersónico para el periodo convulso de la llamada Guerra Fría.

En realidad era un avión muy rápido; impulsado por dos turborreactores Rolls-Royce que iban colocados uno sobre otro, evitando la cabina. Con la entrada de aire en el morro, proporcionándole esa imagen tan característica.

Se trataba de un concepto de diseño con unas especificaciones muy concretas, dirigidas a interceptar los bombarderos supersónicos soviéticos Tupolev Tu 22 y Tu 95.

El caza, como buen “relámpago”, tenía una velocidad excepcional, pero siempre se le achacó el inconveniente de su pilotaje. Algunos de sus pilotos lo describieron como “estar atado a un cohete e intentar dirigirlo”. Además, su consumo era desorbitado por lo que su alcance (autonomía) estaba muy limitado. El avión se ha ido retirando paulatinamente del servicio desde 1974 y se puede fijar el año 1988 cuando los últimos “relámpagos” estuvieron operativos en alguna fuerza aérea.

El caza Lightning (foto Wikipedia)

Y EN ESPAÑA…

También para los agricultores españoles la foto es icónica pues ese tractor, o más bien su gemelo fabricado en España fue todo un hito, historia viva del despegue de la mecanización y la agricultura española.

Efectivamente, algunos gemelos de los Fordson se desarrollaron y fabricaron, bajo licencia, en España con marca Ebro.

La Ford Motor Company suscribió un acuerdo de colaboración con, por aquellos años, una nueva empresa española, Motor Ibérica, en el cual se fijan las bases del apoyo técnico que recibirían los españoles.

Ford en España: Ford ya estaba en España desde 1920, en concreto en Cádiz como Ford Motor Co. En 1923 se instala en Barcelona y se crea la Ford Motor Ibérica.

Desavenencias con el régimen hará que Ford venda sus acciones y su nombre desaparezca de la empresa. Se crea así Motor Ibérica S.A. y es 1954

Se permite a la fábrica española disponer de la tecnología de los exitosos tractores Fordson en sus especificaciones New Major, Power Major y Super Major

El primer tractor fabricado en la fábrica española (en Barcelona) sale en 1955 y lo hace con marca Ebro; se trata del modelo Ebro 38… Por supuesto pareciéndose mucho, muchísimo al Fordson New Major (fabricado en Dagenham) El Ebro 38 es todo un hito. Sus 38 CV de potencia dan para mucho, su motor de 4 cilindros y 3600 cm3, con una transmisión de 6+2 velocidades es lo mejor que se puede ver en los campos españoles. En breve se irán perfeccionando y aumentando ligeramente la potencia con el 42 y el 44 CV. Cuando se presenta el Super Ebro (derivado del Super Major) se incrementará la potencia hasta los 52 CV y con un sistema hidráulico con control de profundidad…

El primer tractor fabricado por Motor Ibérica y el fin de las actividades fabriles en España
Se llegará a 1964 con rediseños, pero es cuando se sube las revoluciones a las 1800 rev/min y aparece el Super 55 (55 CV) y ya con frenos de disco, mayor caudal hidráulico y el sistema Qualitrol para mejorar el control automático del tripuntal… Buenas máquinas que conquistan el mercado español y una Motor Ibérica muy crecida, capaz de mirar a multinacionales de frente.

Así que llega el día que Ford Motor Company no quiere ver “clones” de sus tractores en España. Motor Ibérica que cuenta con varias “novias” pues se decide no renovar el acuerdo de colaboración y se ponen “ojitos” a otro grande, Massey Ferguson. En este momento empezará otra historia que ya se ha contado. Es el momento de Perkins, de MAINSA, de MASA e incluso Renault, Braud et Facheux…

Fuente consultada

  • Nº 5 de English Electric Lightning of Aviation Classic

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By: Catalán Mogorrón, H.

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