domingo, 20 de noviembre de 2011

EL AJO, AYER CULTIVO SOCIAL, HOY CULTIVO MECANIZADO (Parte I: siembra)

Para la historia: sembrando ajo a mano
 AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS
Yo era niño, se rondaba el año 1975. Aún recuerdo un titular de un periódico nacional: “NI ORO, NI PETROLEO, AJOS”. Eran otros tiempos, pero aquello supuso que muchos agricultores, buscando rentabilizar sus explotaciones, se lanzaran a la siembra del ajo. Los años de bonanza se sucedieron con otros “ruinosos”. En la actualidad los ciclos vienen marcados por los mercados internacionales. En aquellos momentos el ajo era un cultivo “social” pues la mayoría de sus cuidados se hacían manualmente: desgrane, siembra, escarda, “despalote”, recogida, corta y pelado. Si bien se trata de un cultivo minoritario en España, aún hoy el ajo español dice, todavía, mucho en el mercado mundial.

MECANIZACIÓN DEL CULTIVO DEL AJO
Siembra
Existe una gama completa de máquinas para el cultivo del ajo. Desde la preparación de las semillas, hasta la calibración y pelado, pasando por todas las labores intermedias como la cosecha y el secado.
 • Preparación de la semilla: desgranador; Previo a la siembra, se realiza el desgranado de las “cabezas” para usar el “diente” como semilla. La labor la realizan máquinas sencillas. Unos rodillos acolchados accionados por un motor eléctrico pueden desgranar hasta 500 kg/h. “Rompen” la cabeza dejando los dientes sueltos. Los operarios terminan el proceso de separación y eliminación de las “camisas”. A posteriori se coloca un calibrador que clasifica los “dientes”, los de tamaño inferior a 10 mm se consideran residuos y no se usan como semilla
Moderna sembradora de tolva común Erme
• Siembra: El ajo se comienza a sembrar a finales de diciembre (ajo morado) ya que el ajo necesita frío para germinar (otras variedades se adelantan a noviembre) Existen dos métodos de plantación, en surcos o caballones. La máquina sembradora debe tener “capacidad” para colocar el “diente” con la punta hacia arriba. El ancho de los surcos es de unos 40-50cm, con los dientes a unos 20 cm entre sí y a 20-25cm entre líneas. La profundidad de enterrado de unos 2-4 cm. Las dosis de siembra son de aproximadamente 350 kg/ha que origina unas 38 plantas/m2

 Máquina Plantadora o sembradora:
Las más habituales son las plantadoras mecánicas que pueden ser de hilera simple (unos 200 cm de ancha) o múltiple (hasta 10 hileras con una anchura de hasta 5 m) El chasis de la sembradora está constituido por una viga que soportará todas las tensiones.
Unas rejas regulables en altura son las encargadas de abrir el surco a la profundidad deseada.
Una tolva (aproximadamente 30-50 kg) va suministrando “diente” de ajos a los platos “alveolares” que sujetan al “diente” mediante unas pinzas o “cucharas” que lo dejarán caer en el surco abierto. El tamaño de los platos alveolares son variables y es normal que el fabricante entregue de varios diámetros.
Por último unas ruedas, una a cada lado del surco, lo van cerrando y aplastando. La sincronización del proceso se consigue con una trasmisión que se acciona mediante ruedas de arrastre (1 ó 2) La regulación de la máquina permite, por ejemplo, que se pueda regular la separación en la línea de plantación (mediante de cambio de piñón). Se pueden colocar surcos entre los 30 y los 60 cm. También se puede regular el número de dientes por metro (entre 7– 5)
Plato alveolar sembradora JJBroch
La velocidad de la máquina es de aproximadamente 2 a 3 km/h requiriéndose tractores de 75 a 90 CV para su arrastre.
También existen plantadoras neumáticas. En este caso una turbina genera una corriente de aire. La succión se genera por el extractor centrífugo que recibe la energía de la toma de fuerza del tractor. Los “dientes” quedan retenidos en la parte baja de la tolva por el disco de aspiración hasta la rueda de distribución.

Nota: Otras máquinas para el resto del cultivo así como la recolección se tratarán en próximos post. (también se puede consultar el libro específico sobre maquinaria para el ajo)


Para leer completo: Revista Agricultura. Noviembre 2010. www.editorialagricola.com

sábado, 12 de noviembre de 2011

DISEÑOS DE VANGUARDIA: Bruno Sap

Abrimos una nueva sección en el blog. Se trata de la revisión de algunos diseños de vanguardia en el mundo de la maquinaria agrícola. Periódicamente iremos mostrando algunos diseños que, según nuestro parecer, tiene motivos para ser expuesto. Se inicia esta sección con un diseño de Bruno Sap. El señor Sap ha trabajado para AGCO durante 14 años, seis como diseñador. Diseñó el Massey Ferguson 8690, que en 2009 fue votado Tractor del año y que ganó el Tractor de Oro al Premio de diseño. El diseño de Sap es realmente revolucionario. Bruno Sap se pregunta ¿Cuál es el camino habitual, y normal, para incrementar la potencia de tiro en los tractores?, es decir ¿qué hacen los fabricantes cuando sacan un tractor con mayor capacidad de tiro? La solución es siempre la misma: incrementar la potencia, incrementar el peso del tractor. Pero esta solución tiene sus inconvenientes: anchura excesiva para tractores por encima de los 150 CV, excesivo peso y por tanto compactación del terreno, al ser un tractor muy grande pierde versatilidad, por último, el coste o inversión para el comprador es grande. ¿Qué se puede hacer para seguir otro camino? Sap, siguiendo criterios agronómicos, observa que normalmente un incremento de potencia se hace para aumentar la capacidad de trabajo. Pero también se puede aumentar la capacidad de trabajo no aumentando la potencia, si no el número de unidades trabajando. El inconveniente de eso es que, por ejemplo, si tengo 2 tractores pequeños necesito dos conductores (incrementando costes laborales), pero Sap propone algo novedoso, de ciencia ficción. Sap diseña un tractor “maestro” al cual le puede seguir un, o varios, tractores “esclavos”. El tractor esclavo reproducirá la trayectoria y movimiento, de forma exacta, al “maestro”. Además, se pueden conseguir dos configuraciones: • el tractor esclavo sigue al “maestro” con un implemento diferente • el esclavo sigue con el mismo implemento al “maestro” En realidad el agricultor compra el “maestro” y el “esclavo” lo puede comprar o alquilar o tener en régimen de cooperativa. En la mayoría de las veces el agricultor lo que necesita es una media potencia y no la totalidad, por lo que el tractor maestro es mucho más versátil y económico que el tractor pesado Para conseguir el sueño del señor Sap es imprescindible que exista un alto nivel de comunicación entre ambas máquinas “esclavo” y “maestro”. Para conseguir el objetivo se debe, previamente, delinear el campo, Para tener control sobre el “esclavo” también se puede optar por sistemas de cámaras y software para simular sobre el parabrisas del tractor “maestro” la vista que se podría tener si hubiera una cabina sobre el tractor esclavo. Incluso, para incrementar la seguridad, las cámaras, superponiendo sus vistas, pueden proporcionar una vista de 3D del entorno del tractor. El tractor “maestro” tiene las siguientes características: 130 CV, batalla 2,4 m, neumáticos 600/60R30, transmisión eléctrica en las llantas, suspensión independiente, 4 ruedas direccionales