Neumático alta flexión (VF) de Vredestein |
EL
ETERNO DEBATE
El sí o no al agua en las ruedas es el eterno debate entre
técnicos y agricultores. Unos que si, otros que no y otros que “depende”.
¿Y yo qué digo?: Normalmente me justa mojarme, pero en esta ocasión debo reconocer que soy de los de “depende”.
Agua si o no en las ruedas es una cuestión que se me plantea de forma continuada. Muchos agricultores compañeros agricultores me preguntan esta cuestión en mi ya famoso "consultorio de Dª Elena Francis"
¿Y yo qué digo?: Normalmente me justa mojarme, pero en esta ocasión debo reconocer que soy de los de “depende”.
Agua si o no en las ruedas es una cuestión que se me plantea de forma continuada. Muchos agricultores compañeros agricultores me preguntan esta cuestión en mi ya famoso "consultorio de Dª Elena Francis"
Pero ¿de qué depende?: La respuesta se fundamenta en tres cuestiones previas:
¿qué trabajo se va a realizar?, ¿Cuál es o puede ser el peso del tractor sin
agua? y ¿qué tipo de neumático calzas?
EL
PESO DEL TRACTOR
Desde hace unos años los fabricantes han tendido a
diseñar sus tractores con menos peso. Y eso es bueno y es malo.
Repito frecuentemente una máxima (no es mía si no de mi profesor más admirado) que no pierde vigencia: “el tractor se fabrica por
kilogramos y se vende por caballos”. La frase quiere indicar que el
coste de fabricación de un tractor depende de la masa (kilogramos) del tractor,
sin embargo el valor de venta, y por tanto relacionado con los beneficios,
depende de los caballos y así el mercado dice “a tanto el caballo”.
¿kg o CV?, lo "viejo y lo nuevo" |
Tractores
“anoréxicos”: Pero es cierto que los “tractores livianos” tienen sus ventajas. Un peso pequeño hará más eficiente al tractor en
labores de transporte donde no tiene que “cargar con el lastre” innecesario. Aunque los inconvenientes son muchos e importantes porque poco peso significa que no podrás hacer labores de tiro "exigente".
Los fabricantes justifican sus “tractores delgados”
diciendo que es mejor sacar un tractor con poco peso y luego idear sistemas de
lastrado adicional sencillo, rápido y económico. La solución por tanto para el
fabricante reside en suministrar como equipo opcional masas de contrapesos para
instalar en las ruedas, en el “morro” o en la “barriga.
Y tú
¿añoras a tu viejo tractor: La tendencia a “adelgazar” puede hacer que
muchos agricultores se sientan defraudados en la adquisición de su nuevo
tractor. Es habitual escuchar los lamentos del reciente comprador diciendo “pero si tiene 30 CV más que el anterior y no
puede ni la mitad” Efectivamente puede ser así, un tractor tira por su peso y no por su potencia.
Otros agricultores en cambio hablan maravillas de su
adquisición: “cómodo”; “poco “glotón””;
rápido.
La razón de esta disparidad de criterios es saber que
trabajo mayormente hace cada uno de ellos. Si se hace trabajo de tracción y a
baja velocidad querrás un tractor “pesado” pero si vas a hacer transporte,
siembra, abonado o incluso laboreo con una grada rápida preferirás tractores
livianos.
CASE "Steyr" |
Por dar alguna cifra:
Aunque no dispongo de cifras oficiales, barrunto que los tractores modernos
andan sobre los 45 kg/CV Para hacer trabajos de tracción muchas fuentes
bibliográficas recomiendan acercarse a los 60 e incluso 65 kg /CV. Así que toca
lastrar cuando sea necesario: El peso
deberá ser el menor posible para la velocidad de trabajo elegida
LASTRANDO
EL TRACTOR
Efectivamente el lastre es una forma económica de
aumentar la tracción. Sus ventajas derivan de la capacidad de disminuir el
deslizamiento que a su vez se traduce en un ahorro de combustible. La labor de
un buen tractorista consiste en saber acondicionar su tractor para que tire de
los aperos con la máxima eficiencia posible. La regulación del peso, el reparto
del mismo y la regulación del apero en cuanto a transferencia de peso a las
ruedas motrices son parámetros principales en la consecución del objetivo.
Ojo
con el peso, porque el que es necesario para una labor puede ser superfluo para
otra. Así que la experiencia y la observación hará que el tractorista sepa
encontrar la óptima relación peso/potencia así como analizar la conveniencia de
mejorar el agarre de las ruedas ya sea por peso o bien por trabajar con menos
presión en los neumáticos y mejorar la pisada, es decir la tracción.
¿Y
qué lastre elijo, líquido o sólido?
Lastre
líquido: Se consigue introduciendo líquido dentro de las ruedas
hasta un porcentaje próximo al 75 % del volumen del neumático.
Lastre
sólido: Se puede poner en los discos de las ruedas, en el
soporte delantero o incluso en la “barriga” del tractor.
El lastre en las ruedas carga a estas con los kg
correspondientes. Los lastres ventrales se reparten entre ambos ejes en función
de su situación respecto al centro de gravedad del tractor. En cambio los
lastres frontales ejercen un “efecto palanca” en función de la distancia al eje
delantero, de tal forma que carga dicho eje y descarga el trasero, alterando de
forma considerable el reparto de pesos.
Ojo
con el lastre al límite
El peso y por lo tanto el lastre es función de la labor a
realizar, pero además existe un límite máximo que se debe respetar siguiendo
las indicaciones del fabricante. Además se debe ser muy riguroso con no sobrepasar
la carga máxima del neumático a la velocidad máxima de desplazamiento. Revisar
periódicamente los tornillos de amarre, así como haberlos elegido de la calidad
especificada.
LASTRE
LÍQUIDO
Cuando con el lastre sólido no se alcanza el peso óptimo
para la labor a realizar no queda otra que recurrir a lastrar con líquido en
las ruedas, pero queda resolver otras cuestiones.
¿Qué líquido?: Lo
más habitual es utilizar agua pero en algunos países se utilizan melazas (normalmente
obtenidas del jugo de remolacha) que tienen un peso específico superior al
agua. En latitudes con inviernos fríos se debe procurar añadir anticongelante a
base de glicol y así evitar congelaciones. También es relativamente habitual
añadir cloruro de calcio o de sodio (CaCl y NaCl) aunque ojo que son soluciones
corrosivas que si el neumático fuese tubeless (sin cámara) dañará la llanta.
Eliminado hidroinflado (Foto Twins´Farm) |
¿Cuánto
líquido?: Nunca más del 75% del volumen del neumático se rellenará
con líquido. Esta medida viene a ser el límite que fija la válvula de llenado
cuando está en la posición más alta.
¿Tanta agua?: Unas
ruedas como para un tractor de 115-125 CV como por ejemplo la 650/65R38
(trasera) y la 440/65R24 (delantera) tienen una capacidad aproximada (llenando
el 75 % de su volumen) de unos 600 y 150 L respectivamente. Es decir que
lastrar las 4 ruedas con líquido supone un incremento de 1500 kg
Ventajas
e inconvenientes del lastrado líquido
La gran ventaja del agua en las ruedas es que es un “peso
muy barato”. Pero por supuesto hay más ventajas:
- Baja el centro de gravedad del tractor y esto puede ser determinante cuando se trabaja en ladera
- En caso de pinchazo puedes llegar al taller (aunque ojo, si se pincha un neumático con agua y esta llega al trenzado de la carcasa se puede producir una oxidación de los alambres de la misma que signifique la muerte del neumático)
- No tengo ninguna confirmación “científica” pero en base a mi propia experiencia, me atrevo a asegurar que con agua gasta se gasta menos neumático y pienso que puede ser porque en verano se calientan menos.
También en el lado negativo hay poderosas razones:
- Con lastre sólido se puede
lograr un equilibrado de las ruedas cosa que con el líquido, por su propia
naturaleza, no se podrá hacer. Esta falta de equilibrado acarrea otros
fenómenos como es el aumento de las vibraciones en el tractor que se
transmiten al operador, pero también, ojo, a las partes mecánicas y que
provocan sobrecargas en la transmisión, reducciones finales y palieres. Se
trata de sobrecargas que se transmiten vía palieres y reducciones finales
hacia el resto de la transmisión y sobre todo en aquellas cajas CVT que se
comandan electrónicamente las vuelve “un poco locas”
- También sufren los frenos debido a que el tractor tiene mayor
inercia y las aceleraciones y desaceleraciones son “a golpes”.
A veces es más importante elegir el tamaño adecuado |
En definitiva que si puedes elegir llegar al peso óptimo
con lastrado sólido o líquido elige siempre el sólido.
Mantén el reparto de pesos: Vigila
que con el lastre que pongas mantengas el reparto de peso aconsejado por el
fabricante.
Hace
unos años se solía recomendar para tractores de doble tracción un reparto del
40-60 (eje delantero-eje trasero) En la actualidad los manuales recomiendan el
45-55 o incluso 50-50.
En la II parte de esta entrada (próxima semana) se analizarán las respuestas que han dado los fabricantes de neumáticos a la conveniencia o no de poner agua en las ruedas.
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