lunes, 21 de abril de 2014

EL RENACER DE UNA HERRAMIENTA: RECONVERSIÓN DE UN CULTIVADOR

Primer plano del cultivador arrastrado por el NH T5 Electrocommand
LOS OFICIOS DE ANTAÑO: LA EXPERIENCIA APRENDIDA 
Más o menos hacia el mes de octubre del 2013, en plena vendimia, un amigo de El Provencio, Pedro “el herrero” , me decía que había comprado unos viejos cultivadores y que quería arreglarlos para tener una buena herramienta de trabajo para su tractor Lamborghini 1106 DT Me dio envidia comprobar como una persona con su trabajo y con sus conocimientos aprendidos cuando se es niño en la fragua familiar compartiendo horas, travesuras y quehaceres, se puede llegar a dominar un oficio, que a la postre aunque no sea tu medio de vida siempre te permitirá “hacer el milagro” de volver a la vida unos hierros oxidados.
Niñez y adolescencia aún no olvidadas: Con esta entrada además de ver como con dedicación y saber hacer se pueden "revivir" unos arados, quiero rendir homenaje a tantos buenos profesionales que poblaban nuestros pueblos: herreros, carpinteros, herradores, guarnicioneros....
En este caso, Pedro “el herrero”, con la ayuda también de sus hermanos Paco y Begoña pues todos han aprendido el oficio, siempre han llevado a gala el oficio aprendido en la fragua familiar.
Pedro, echando muchas horas sobre unos viejos arados y sabiendo exactamente lo que quería lograr (esa es la ventaja de dominar un oficio, el de herrero, con el de agricultor aunque sea de "fin de semana") ha hecho “el milagro”. Para su objetivo no han sido necesario diseños con ordenador, o electrónica aplicada con software complicados de cálculo, ni tampoco caras herramientas de control numérico o cortadores láser ni impresoras 3D… No, sólo ha necesitado saber que se quiere, amor por su trabajo y muchas horas en “el tajo”. De otra forma nos iría si, cada uno en su medida y en su sector, se preocupase por arreglar, reciclar, reparar, reconvertir viejas cosas, viejas herramientas para volverlas a la vida.
Cultivador trabajando
En el caso de Pedro ha demostrado como es una pena, un enorme desperdicio desechar el conocimiento que nos han legado generaciones anteriores, la experiencia aprendida de los viejos maestros como son su padre y su tío en la fragua familiar.
Pongo este ejemplo porque además quiero resaltar como un trabajo artesano ha superado en mucho a la producción en serie habitual de fabricantes de aperos. Es lógico, una producción en serie nunca podrá igualar la calidad de un producto a mano. El uso acertado del martilleo del acero sobre el yunque es superior a los productos forjados en serie. 

Pedro en plena faena
EL PROYECTO
Días de lluvia, mañana de fragua: 
Normalmente se acusa a los agricultores españoles, y casi siempre con razón, que con facilidad nos “tractorizamos” y apenas nos “mecanizamos”, es decir, compramos tractor pero no lo acompañamos de las herramientas de trabajo que el nuevo tractor necesita.
En el caso que nos ocupa Pedro vio un viejo arado cultivador y pensó que podía ser la herramienta perfecta para la potencia de su tractor Lamborghini de 110 CV. Decidió comprarlo, desarmarlo por completo y devolverlo a la vida con mejoras sustanciales que apenas lo hacen reconocible.
Siguiendo el refrán "días de lluvia, mañana de fragua", Pedro ha ido aprovechando los ratos libres para convertir un cultivador de 13 brazos de bastidor monolítico en otro de 9 brazos más dos suplementos de 2 brazos cada uno. Para ello tuvo que cortar parte del chasis primitivo y dotar a los suplementos de un sistema de bisagra para poderlo levantar y bajar a requerimiento. El sistema es totalmente mecánico pero se le ha añadido sendos muelles para que resulte más fácil elevar el suplemento y dejarlo en posición de transporte. A la hora de bajarlos y dejarlos en posición de trabajo se le ha acoplado un sistema de fijación mediante 3 bulones.
Las "camas" o brazos son de acero de 70*30. Se anclan en el bastidor que está realizado en tubo estructural 100*80.
Los brazos disponen de un sistema de seguridad o fusible por medio de muelle que puede tararse a voluntad por medio de tornillo y tuerca roscada.
Estado previo
Completamente nueva es el sistema de rastra ya que se ha sustituido la antigua rastra por una nueva de muelles realizada en tubo 40*40*4 a la que también le dotó de dos suplementos, igualmente abisagrados, para hacerla más práctica a la hora del transporte por carretera. La rastra pivota en el punto de anclaje al bastidor del cultivador. Se trata de un sistema simple pero efectivo ya que deja a la rastra semisuelta.
La anchura total del apero para el transporte ha quedado en 2,50 m y en posición de trabajo en 3,40 m (la rastra de 3,60 m)
Las fotos van describiendo el proceso seguido hasta completar la construcción del nuevo cultivador que funciona a las mil maravillas. He tenido la suerte de probar el cultivador con un tractor que New Holland ha tenido la cortesía de dejarme probar y que en próximas entradas iré hablando de él y las pruebas a las que se está sometiendo: un T5 115 CV con transmisión ElectroCommand (una transmisión PowerShift o cambio bajo carga, 16 + 16 velocidades)
Estado previo
Del proceso se debe destacar sobre todo el saneamiento del bastidor, el refuerzo con cartelas y pletinas, el corte del bastidor para poner los dos suplementos y el anclaje de la nueva rastra.
Se desarmaron todos los brazos, se quitaron los muelles y el sistema de tensado, se procedió a encasquillar y eliminar holguras soldando casquillos nuevos y pletinas de relleno….
El resultado es un arado de 13 brazos (9+2+2) calzados con golondrinas de nervio reforzado que trabaja de forma precisa siendo capaz de eliminar vegetación, restos vegetales y airear el terreno sin “aterrarse” o formar la “ola” de tierra que otros aperos menos elaborados o peor regulados no son capaces de conseguir.
Comienza la transformación: casquillos, refuerzos...

Lo mejor es saber que se ha conseguido una buena herramienta de trabajo por la dedicación y el saber hacer de uno mismo y que se ha aprovechado el trabajo que ya se hizo cuando se fabricó el cultivador original sin incurrir en costes extras para el planeta ocasionados tanto por el reciclaje de los viejos hierros como de elaboración por los nuevos. Esto es puro ecologismo, pero es además mucho más: es aprovechar el trabajo y el esfuerzo de las personas, es revivir viejos oficios, es homenajear la profesionalidad de antiguos herreros que han sabido transmitir sus conocimientos a sus hijos y aprendices cuando al salir del colegio se sacrificaban horas de
Refuerzos
recreo por la ayuda en los talleres que poblaban nuestros pueblos. Esto es, en definitiva, ahorrar, reducir costes, disfrutar del trabajo bien hecho a la vez que, sin serlo, se presume de ecologismo bien entendido.




Bastidor con las "dos" filas portabrazos separados. Al fondo uno de los suplementos

Casquillos y pletinas

Primer plano de la rastra de muelles en plena faena



Detalle del suplemento de 2 brazos

Recién terminados

Paco en pleno proceso de pintado

Soldando pletinas a los brazos
Videos: El uso de la fragua, martillos a mano y la ayuda del "martinete" (martillo pilón) para lograr el objetivo de la transformación del hierro. Sirvan estos vídeos caseros para rendir homenaje a los oficios que no se deben olvidar y ver como la fragua, el martillo y mucha experiencia consiguen el milagro de la resurrección de unos viejos hierros: fraguar, crear, forjar, fabricar y a la postre inventar. ¡Falta hace!











15 comentarios:

  1. Muy buena entrada!!.


    Nosotros tenemos algunos trabajos similares:

    http://www.twins-farm.com/2011/08/sanding-and-painting.html

    http://www.twins-farm.com/2013/07/our-stubble-cultivator-is-ready.html


    Saludos.
    Twins' Farm

    ResponderEliminar
  2. Precioso ver el uso de la fragua, del yunque, del martillo pilón.... esto me retrotrae a tiempos mejores.
    Gracias

    ResponderEliminar
  3. Son tiempos para reciclar sin duda. Yo también me fabrico lo que voy necesitando, pero para la motoazada.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo también tengo una motoazada, mejor dicho en mi caso es un motocultor. Pues manda fotos que todo es interesante y en el caso mío el motocultor hace un trabajo que no puede hacer ningún tractor. Le voy a dedicar alguna entrada para que veamos lo bien que trabajan este tipo de herramientas
      Un saludo

      Eliminar
  4. A esos arados le falta un detalle: un par de ruedas

    ResponderEliminar
  5. Puede que tengas razón, pero teniendo en cuenta que este tractor controla muy bien la profundidad del apero al ponerle unas ruedas no tendríamos ocasión de profundizar en ciertos sitios del terreno que se desea, por lo cual perdería independencia el tractorísta. Los que hemos aprendido a labrar con un Barreiros R 500 ( que por cierto venía bien para cultivar los biceps) echamos de menos la aventura de ver que se clavan de más o de menos los cultivadores.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Poco habéis labrado tú y Pedro Martínez

      Eliminar
  6. si tu lo dices, pero sigo pensando que las ruedas es cuestion de (gusto o formas de cada cual) por cierto llevo subiendo a un tractor desde que tenia 14 años, tengo 50 ,pero siempre se esta en disposicion de ampreder mi teoria es que todo el mundo te puede enseñar algo aunque no lo consideres capacitado pero saca lo mejor que consideres. Los probare con ruedas sr.Anonimo y luego te contare,como el Herrero esta en casa pues ´´ al asunto´´.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues que sepa usted, Señor Don Pedro, que conducir un tractor con 14 años es un delito... por cierto, entonces usted es herrero o agricultor?... no me aclaro.

      Eliminar
  7. Excelente entrada y trabajo de herrería.
    No podía estar más de acuerdo en cuanto a recuperar oficios que al día de hoy son muy útiles todavía.
    La cuestión es que muchos agricultores saben poco o nada de herrería.

    Buen día a tod@s!

    ResponderEliminar
  8. Muy buen trabajo!!!! Hay a gente que los días de lluvia los pasa en el bar, en cambio a otros nos gusta enredar en los hierros!!!

    ResponderEliminar