lunes, 26 de junio de 2017

DE UN TIEMPO A ESTA PARTE: ¿DE OCCIDENTE, JAPÓN O CHINA?

No toca, tocado y Takata:
Si, ya sé que hoy no tocaba. Me refiero a que suelo espaciar las entradas o post una semana y hoy no tocaba. Pero es que hoy "el que estoy tocado" soy yo con la noticia sobre Takata.
Por eso he querido hacer esta entrada que es mas bien "un pensamiento en voz alta". Entiéndalo el lector y entíendame a mi. En realidad esto no es raro en mi, ya me ha pasado alguna vez y el Más que Máquinas ha tenido que "sufrir mis neuras" o acaso no recordáis cuando casi fuimos primicia mundial (he dicho "casi") con el tema de las Emisiones Trucadas de Wolkswagen

EL DESASTRE DE TAKATA
De un tiempo a esta parte, supongo que por la edad, me cuestiono cosas que jamás me había cuestionado. Una de ella es la “infalibilidad japonesa”. Si, ya sé que suena a “gilipollez” pero yo, por diversas razones, siempre tuve a los japoneses en muy alta estima, todavía los tengo. Así que noticias como la que se ha confirmado este mismo lunes (aunque era la crónica de una muerte anunciada desde hacía al menos 2 meses) de que Takata se declara en bancarrota no dejan de sorprenderme.
¿Qué quien era Takata?: Pues quizá el principal fabricante de airbags del mundo, pero Takata no es una nueva empresa. Llevaba compitiendo en el panorama internacional al más alto nivel nada menos que 80 años. Hoy, o mejor dicho ayer, Takata es, mejor dicho era, un fabricante japonés que tras los problemas detectados en coches fabricados con airbags fabricados por ellos ha ido acumulando pérdida tras pérdida en la bolsa de Tokio y hoy mismo, 26 de junio, se ha declarado oficialmente en bancarrota.
Da la casualidad que el mismo viernes yo recibí una carga de la Dirección General de Tráfico diciéndome que mi coche podía tener defectos en los airbags… ¿adivináis quien los ha fabricado? Exacto, Takata.

Uno de los problemas de los airbags de Takata es que cuando se despliegan en caso de accidente llegan a proyectar el mecanismo interno metálico a la cara del ocupante causando ya varias muertes que han sido confirmadas y atribuidas al mal funcionamiento del airbags.
Aunque Takata dejó de cotizar en la bolsa de Tokio el pasado viernes 23, hoy es cuando ha comunicado su bancarrota.
Parece ser que Takata seguirá fabricando pero es la empresa norteamericana Key Safety Systems quien compa a la japonesa por una cantidad que rondará los 1300 millones de euros pero Key Safety Systems no compra ni “hereda” la responsabilidad civil por las muertes y sus correspondientes indemnizaciones por los dispositivos defectuosos. Y por rizar “más el rizo” quizá alguien piense que “los americanos” salen victoriosos tras la compra de “la japonesa”… pues no es así porque en realidad Key Safety Systems tiene poco de americano pues está inmersa en la esfera de acción de Ningbo Joyson Electronics… ¡qué son chinos! Así que toda la filosofía ZEN del grupo y su máximo responsable, Shigehisa Takada, quedan en entredicho. ¿O no?

CULTURA PRODUCTIVA JAPONESA
Sin remontarme más en el tiempo y solo contemplando la historia moderna de Japón se observa como a comienzos del siglo XX ya el país Nipón es un país económicamente avanzado pero encorsetado en una cultura muy tradicional moldeada por el sintoísmo (una religión con muy poco dogma pero con ritos sociales muy definidos: la memoria a los antepasados, respeto a los mayores y culto al emperador)
Los japoneses han “presumido” y han adaptado el progreso pero con su enorme bagaje ideológico y cultural. Era una forma de decir “si al despliegue económico y tecnológico pero con nuestra cultura tradicional” Mientras el capitalismo occidental basado en el individualismo, el interés particular el japonés se asienta en la comunidad y la “fuerza del grupo” por eso cuando llega el fracaso el perdón se pide públicamente con respetuosas reverencias.
Los Zaitbatsu y los Keiretsu:
El sector industrial japonés está reunido en grandes conglomerados que agrupan a empresas pequeñas y grandes pero con un enorme cruce de acciones entre ellas. En esos conglomerados también hay bancos que son los que financian al grupo. Los bancos no son “autónomos” como en la cultura occidental si no que también está participado por las empresas al grupo al que pertenece. Este sistema tiene ventajas por la fortaleza de la unión pero también tiene defectos porque la falta de autonomía puede hundir todo un conjunto (Keiretsu)
Empresa-trabajador: Las empresas protegen a sus trabajadores (su moral así lo indica) y los trabajadores deben servir a su empresa casi como si fuese su familia, es decir, existe un nexo más moral que el típico contrato de trabajo occidental, se trata de un pacto “entre caballeros” un pacto de lealtad. Por eso los empleos suelen “ser de por vida”, no porque sean “funcionarios” si no porque es un compromiso moral de la empresa hacia el trabajador y viceversa. El compromiso moral es tal que si una empresa tiene exceso de personal intentará hasta la desesperación recolocar a sus trabajadores sobrantes entre las empresas de su Keiretsu. Tampoco los salarios se retribuyen según “la valía” pues eso es algo que se da por asumido, el salario sube en función de la antigüedad. Con esto, además, se evitan los trabajadores “trepas” que intenten subir a costa de cualquier cosa e intenta dar a entender que cada cual ascenderá a su debido tiempo.


CLIENTE-PROVEEDOR
Es otro punto muy interesante de la cultura empresarial japonesa. Seguramente el lector sabe de los problemas actuales entre la escudería de F1McLaren y los motores Honda. Desde el punto de vista occidental es muy difícil entender por que McLaren no manda “a paseo” a Honda. Desde el punto de vista japonés no es tan sencillo.
Los japoneses entienden la subcontratación como una relación a largo plazo. La empresa proveedora tiene unos lazos muy fuertes con la empresa cliente, lazos también económicos. Lo que se busca es la estabilidad a largo plazo y la colaboración a “infinito”. No me interesa un proveedor que me pueda dar esto más barato, lo que me interesa es una relación de confianza, con ingenierías que trabajen a la par para lograr un objetivo común. De aquí surge el tema tan “de moda” en los años 80 de la producción ajustada que puso a Toyota en la vanguardia mundial. Su modelo se estudiaba en las mejores universidades y sus estadísticas de productividad dejaban al borde del ridículo las occidentales. Un modelo que si bien los occidentales empezaron a admirar en los 80 en realidad desde los 70 ya funcionaba en algunas empresas japonesas, con Toyota a la cabeza.
Kaizen o mejora continua
El modelo de Toyota consistía en que cualquiera de sus fábricas se rodeaba de sus proveedores. Así apenas tenían stocks y los materiales llegaban justo a tiempo a la cadena de montaje.
El modelo ha sido estudiado y copiado. En general se puede decir que el sistema funciona muy bien. Sería totalmente injusto cuestionar una filosofía, un modelo de funcionamiento, una cultura productiva, por el análisis de una empresa (quizá sea conveniente leer aquel post sobre cliente-proveedor de hace unos meses)
En fin, que termino pidiendo al lector entendimiento, que esto solo es un pensamiento en "voz alta" de alguien que se define "projaponés" en la forma de entender la relación empresa-trabajador y que desde hace días le ronda la cabeza la filosofía Zen, los airbags de su coche y alguna gilipollez más.

2 comentarios:

  1. Parece ser que el problema de Takata se llama nitrato de amonio. O exactamente ese producto sin el acompañamiento de un desecante. Es un tema que viene de hace unos tres años como poco. Por tanto, el error bien podría centrarse en la lenta reacción de los japoneses. De haber actuado rápidamente estaríamos hablando de otra situación. Esa lentitud podría achacarse a su cultura empresarial o tal vez no. En todo caso, seguramente les permita aprender y mejorar.

    Un saludo cordial. :)

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  2. ¡Si señor!, así es Diesel. Parece mentira lo importante que es una decisión apropiada del equipo directivo para la supervivencia de una empresa. Siempre piensas en empresa como "algo grande" pero en realidad son las decisiones de pocas cabezas las que marcan el camino de la misma. ¡Lástima por Takata!

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